El canyoning o barranquismo es una actividad que se está popularizando en nuestro país ya que te garantiza una buena dosis de adrenalina, pero te puedes estar preguntando ¿en que consiste? Podemos definirlo como realizar descensos en una pared natural por la que cae agua, usualmente el cauce de un río convertido en catarata, usando cuerdas, arnés, casco y otros accesorios.
En el canyoning deportivo, los practicantes están capacitados en técnicas de cómo escalar, saben leer los ríos, sus corrientes, realizar descensos con cuerdas, cuido y mantenimiento de los equipos, entre otras cosas. Adicionalmente, pueden realizar la practica sin emplear anclajes artificiales que alteren la naturaleza.
La versión recreativa-comercial, por su parte, es a la que la mayoría de personas puede acceder, solamente llevando su entusiasmo. Esta se desarrolla mediante plataformas, anclajes artificiales, cuerdas de seguridad, varios guías y recorridos previamente establecidos, para hacerla tan segura como entretenida.
Como miembros del Equipo de Aventura AVIC, recibimos la invitación de Outdoor Costa Rica para participar del Curso de Canyoning brindado por los expertos de Pure Canyoning Turrialba, la cual aceptamos con gran emoción y expectativas sobre lo que podemos aprender de este deporte, ya que no es lo mismo apuntarse a un ride guiado y practicarlo teniendo al menos los conocimientos básicos. Y es que operar un Canyoning significa la responsabilidad de tener los equipos idóneos y en perfecto estado, la experiencia comprobada y certificada de cada uno de los guías y la seguridad de todo el proceso, ya que recordemos que en cada descenso hay una vida.
Ya en el curso, lo primero fue conocer los equipos básicos y sus funciones, un ejemplo fueron las cuerdas, existen de diferentes diámetros y las hay estáticas y dinámicas. Su escogencia dependerá del largo de la caída de agua, preferencia de velocidad o estilo de descenso del usuario, entre otras valoraciones.
Luego fue el turno de los arneses, aquí hay tallas y gran variedad de tipos, desde los más básicos que son para descensos sencillos, pasando por los usados por los guías líderes que tienen gran cantidad de secciones para llevar accesorios o asegurar a otras líneas de seguridad, hasta los usados para rescate que son los más complejos.
El segundo tema fue el cuido y mantenimiento, teniendo claro que los equipos están expuestos a elementos naturales, es necesario resguardarlos de roses innecesarios en rocas o salientes, majones, caídas en superficies duras de “ochos” y “maillones”, limpieza y secado sin productos abrasivos y secado al natural y a la sombra, además de la necesidad de llevar una bitácora de cada pieza, de manera que ante la duda se deseche su uso.
Aquí iniciamos la última parte, finalmente arrancó la práctica, nudos hay decenas, sin embargo se trató de concentrarse en los básicos para anclajes (unión de la cuerda a un elemento fijo, que puede ser un árbol, puente, roca, raíz o hasta el aro de un vehículo) y unión de la persona al sistema. Empezó a rondar en el salón la palabra “nudo ocho”, “ocho doble”, “ocho tejido”, “pescador” y de “seguridad” que fueron el tema y el resto de la práctica del día.
Ya en sitio, en este caso usamos cinco bellas caídas de agua en el Río El Silencio en Turrialba, durante dos días seguimos al guía líder haciendo anclajes seguros y apropiados según el sitio, aseguramientos adicionales, buenas prácticas y mucha diversión mientras practicamos las habilidades que solo el campo nos puede dar. Al final de cada día terminamos exhaustos, con hambre, mojados y felices.
Al cerrar esta primera experiencia tenemos varias cosas claras, Costa Rica es un país maravillosamente privilegiado en caídas de agua ya que puedes practicar este deporte en varias zonas como por ejemplo Turrialba, Dota, Bagaces, La Fortuna y Liberia entre otras; disponibilidad de equipos de la más alta calidad y profesionales con mucha experiencia y también que al operar eres responsable de vidas y es necesario tener tres cosas en cuenta:
-La seguridad es lo primero, la seguridad es lo segundo y lo tercero también es la seguridad-
Nuestro proceso recién inicia, desde ahora existe un compromiso por seguir educándonos responsablemente con los más experimentados guías y también con los más formales rescatistas o instructores de este país, así iremos completando de a poco esa confianza que se requiere para cuidar la vida propia y las que tengamos en nuestros equipos y nudos.
Juan Carlos Meléndez
Miembro del Equipo de Aventura AVIC - Columbia